El refranero español, lleno de verdades absolutas, una filosofía de vida plasmada en frases cortas con más sabiduría que el libro gordo de Petete. En él podemos encontrar un sinfín de consejos y guías para el día a día. Es por ello que lo usaré para el próximo consultorio ZENtimental. Me llegó un mail de una chica (siempre son chicas porque son más inseguras, exceptuando la que suscribe que es como una especie de ser asexuado) que me preguntaba acerca de la fama, las habladurías y la gente que mal mete. Resulta un tema bastante común, algo que les ha pasado a todos en diferentes escenarios y momentos de la vida. El secreto de todo esto es como reza este dicho: "A palabras necias, oídos sordos" Pero qué pasa si esos cotilleos y palabras necias pueden llegar a perjudicar la dignidad y reputación de alguien, porque ya sabemos que "cuando el río suena, agua lleva" Y la gente se cree cualquier falacia provenga de donde provenga, al fin y al cabo la gente se aburre mucho y "el diablo cuando no tienen nada que hacer, con el rabo mata moscas" Pero ahondemos en la cuestión de la pobre alma en pena y la desgracia que la atormenta: la fama. Algunas veces uno/a se pregunta como crearse una buena reputación y se te ocurren dos palabras: trabajo y humildad; lo que viene siendo las cualidades de un buen amigo, compañero y ser humano. Pero sólo hace falta un momento de debilidad y/o mal entendido para que pases a ser el "mataperros". Ya sabéis el dicho "para un perro que maté, mataperros me llamaron" La chica en cuestión solía frecuentar un pub cuando salía por las noches. Muy consciente que una vez que se saben tu nombre y empiezas a conocer a la fauna que habita por esos lares hace falta una pequeña chispa para encender la mecha del cotilleo. Por ello, ella sabía que si hacía algo, decía algo o tenía algún tipo de desliz vergonzoso tendría puesta la letra escarlata para los restos. Así que su máxima era "lo que haga tu mano derecha, que no se entere la izquierda" A pesar de ello y su visión de "yo paso desapercibida" hubo ciertos acontecimientos que dieron un giro a toda su historia relacionados con ciertos "rollos" pasajeros. Ya sabemos que vivimos en un país machista, por costumbre, historia o cultura y cuando una mujer soltera hace lo que le da la gana se la tacha de todo menos bonita. A partir de ahí, en cuanto hay algún gesto de confianza con el sexo opuesto se vuelve en toda una declaración de intenciones sexuales. Todo se magnifica, todo se saca de contexto en base a una serie de datos que cada cual se saca de donde mejor le parece. A pesar de que la chica no le dio importancia llegó un momento que empezó a perjudicarle indirectamente. La pregunta que se hace es: ¿y cómo deshago todo este entuerto?
Carezco de experiencia en ese sentido. En mi caso, todas las habladurías y demás conjeturas de la gente me han perseguido durante toda mi vida. Algunas ciertas y otras que serían dignas de mención en algún guión de película fantástica. Mi vida es mía, me gusta tal y como es y me gusta tal y como soy. Ahí radica el éxito de mi "teflón", si si, teflón, porque todo me resbala. Pero también es cierto que eso jamás ha influenciado en mi día a día. Quizás es sólo tu visión de las cosas, la inseguridad que te ha generado replanteándote todo. Si has sido honesta y el resto se ha llevado una desilusión al respecto, no está en tus manos arreglar algo que está en la mente de otras personas. Piénsalo como daños colaterales, inevitables e ineludibles. Suena totalmente egoísta y de mala persona, pero creo que no eres Santa Teresa de Calcuta ni lo pretendes ser.
Cada día que leo vuestras sandeces me doy más cuenta de lo feliz que soy viviendo mi vida antipersonas. ¡Id a un templo budista, que os estáis volviendo todos locos con vuestros miedos e inseguridades por amor de un dios!
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