Insomnia

Noches en vela, los pensamientos se te agolpan en la cabeza y en la soledad de tu habitación tus miedos y agonías te acechan.

Cuando el mundo se para y el ajetreo del día llega a su fin la vida toma un color gris oscuro. Te das cuenta de lo que te falta, de lo que echas de menos, de lo que quieres y nunca vas a tener. Las dudas afloran y a veces la angustia empieza a roerte desde el sitio más recóndito de tu corazón.

El tiempo libre, demasiado tiempo libre para pensar. Hay que llenarlo, no hay que ser consciente de la miseria y la mediocridad. No hay que pensar en los sueños que has dejado apartados porque la culpa es un peso demasiado insufrible.

No hay que dejar al cerebro funcionar, hay que detenerlo, hay que cansarse para llegar a casa agotado y sin fuerzas. Directo a la cama donde un mundo onírico nos espera. El mundo donde tu estas seguro, hay esperanza, eres feliz y las cosas son como tu quieres.

Y en lo único que piensas es como hacer que toda esa montaña rusa pare, desaparezca y que todo se vuelva un remanso de paz.

Querido/a amigo/a hubo un momento, hubo un lugar y si lo dejaste pasar solo queda mirar el camino que se abre ante ti. La vida se escapa como arena entre los dedos. Si a pesar de todo no eres capaz ... ya sabes lo que toca: EMPACHO DE TECHO NOCTURNO.

La noche ¿enemiga o amiga?