He aquí algunas historias:
1) Se encontraba en la azotea del edificio, con su guitarra y su cerveza. Sólo necesitaba la soledad, el viento y el silencio que le proveía la ciudad. Y empezó a tocar, a rasgar las cuerdas ... sonaba una canción, esas canciones que no pasan con el tiempo, una canción que hablaba sobre todo y nada, una canción antigua ...
"We will run and scream
You will dance with me
We?ll fulfill our dreams, and we?ll be free"
Recuerda todo: los buenos y los malos momentos, el reír, el llorar, la vida, la muerte, las ganas, el miedo... Se siente libre por un momento, porque la vida continua ¿y qué pasa cuando termina la canción? La misma historia, el mismo horror. Simplemente es demasiado. Coge su guitarra y la estampa contra la pared volviéndose diminutas astillas. Piensa sobre todo lo que ha pasado, piensa sobre lo que merece la pena. Grita al cielo, clama por una nueva oportunidad. Nadie le escucha. Cae sobre el suelo frío y sucio, mira al cielo, las estrellas. Llora, porque no puede hacer otra cosa para aplacar su tristeza. Una cerveza en su mano, el suelo como colchón y las estrellas como techo: "déjalo pasar"; se dice así misma.
2) En otra ciudad alguien anda solo, por las calles, no sabe a dónde va ni que es lo que quiere. Se pregunta a sí mismo si ha hecho bien, si dejarla pasar fue lo correcto, si intentar no repetir los mismos errores es lo que más le conviene ¿y si se ha equivocado?¿y si ha hablado el miedo y no el?. Tantas dudas, tantas preguntas, tantas cosas que resolver. Le dan ganas de gritar y de destrozarlo todo. Así que se va a un callejón y grita, grita hasta que sus pulmones le duelen.
3) Andando por la ciudad sin un rumbo fijo, los pensamientos agolpándose en su mente, tantas relaciones "casuales", tantas situaciones a medio acabar ¿Qué es lo que quiero?¿qué es lo que me llena? Solo tengo una vida, no puedo dejarla pasar así como así. Las dudas y la indecisión perturban su realidad, nada es suficiente. Se para en mitad de la acera, escucha un sonido lastimero "suena como un maullido". Se agacha al lado de un coche y debajo de él encuentra un pequeño gatito asustado y acurrucado. Lo mira y ve el mismo miedo en sus ojos. Espera para ganarse su confianza y cuando finalmente lo atrapa lo acerca a su pecho "Yo te protegeré". Quizás, solo quizás es lo que necesita, alguien que la abrace y no la deje escapar.
4) Se mira fijamente al espejo y se pregunta porqué. Siempre volviendo a la misma relación destructiva, las mismas historias, las mismas frustraciones. Se siente tan solo que le cuesta respirar. Y desesperado siempre vuelve a ella, una y otra vez. Esa clase de amor obsesivo, como una droga que te consume. La necesita, la desea, es su cobijo. Se mira por una última vez al espejo y piensa "esta vez será la última".
Da igual las veces que nos caigamos, siempre hay alguien que te hace ilusionarte, que te hace pensar que esta vez será diferente y entonces ocurre el milagro, te abres, abres tu alma, tu persona, te quitas esa máscara ... y otra vez en el abismo ¿cuándo dejaré de caer? Siempre vuelves, no sabes porqué, no sabes porqué tienes esperanzas a pesar del trágico final.
Quizás todas esas personas sean unos ilusos por creer que será diferente pero no carecen de valor por pensar que esa persona será la que les haga cambiar de opinión.
Tus actos tienen consecuencias, todos sufrimos, todos tenemos miedo, todos tenemos una historia que contar. La vida es una. Si no eres capaz de seguir adelante y arriesgarte es mejor quedarte en un rincón y no llevarte a nadie por delante.
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